Hoy en día todos estamos cansados de escuchar que tenemos que comer más verdura, realizar ejercicio, beber por lo menos 2L de agua al día y dormir de 7 a 8 horas. Pues bien todos estos consejos lo que consiguen es que mantengamos una rutina saludable, manteniendo o mejorando nuestra salud y también nuestra calidad de vida. Pues estas mismas recomendaciones y otras, son los tratamientos NO farmacológicos que pueden ayudar a que un paciente con una enfermedad reumática continúe con una vida casi normal y con menos dolor e incomodidad.
Ya os hablamos de ellos en otra entrada, Artritis Reumatoide/Vida sana, pero me gustaría añadir algo más. Pues bien, hace unos años se les recomendaba a todos los pacientes que cambiaran el estilo de vida, hoy en día, los buenos hábitos se les enseña a todos, pero solo a las personas que presentan síntomas como el dolor o el cansancio se les aconseja un cambio mayor. En estos pacientes se recomienda siempre cierta actividad, salvo en los momentos en los que tengan algún brote, que deberán mantener un poco de reposo.
En cuanto al entorno laboral, que no siempre se puede cambiar, pero se aconseja que no sea uno que requiera fuerza, una actividad muy intensa o movimientos repetitivos de las articulaciones afectadas.
La dieta siempre es algo fundamental, ya que muchas enfermedades reumáticas afectan al corazón, y si aún por encima con nuestra mala alimentación añadimos colesterol el resultado será peor. Por eso la mejor dieta en estos casos es la mediterránea, además de tomar el sol cuando sea posible (siempre sin pasarse) para no aumentar el riesgo de padecer osteoporosis.
Como ya dije antes el reposo también debe ser adecuado, procurar siempre un descanso reparador, se debe conseguir un colchón que mantenga el cuerpo firme para que las articulaciones no sufran al dormir y en periodos de brote el descanso nocturno se podría ampliar hasta las 10 horas, descansando además un rato por la mañana y otro por la tarde. Y si tenemos síntomas en una articulación como una mano o rodilla se podría aconsejar el reposo de la misma como es lógico.
Es importante además realizar ejercicio dirigido por especialistas, y siempre acordados con el reumatólogo o médico rehabilitador. Este ejercicio puede reducir la rigidez. incrementar o mantener el rango de movilidad de una articulación e incrementar la longitud y elasticidad de los músculos y tejidos blandos que rodean la articulación.
Se sugiere además la utilización de un calzado elástico pero firme, sobre todo cuando se presenta artritis en los pies.
Otros tratamientos son las modalidades físicas de calor, frío o electroterapia. Además cuando la articulación está muy dañada se puede llegar a su remplazo, colocando una prótesis en su lugar, pero siempre antes de esta opción hay que valorar muy bien la evolución y los peligros que conlleva.
Si quieres saber más sobre la rehabilitación de pacientes reumáticos puedes leer este documento:
Hola nuevamente, efectivamente no sólo de medicación se constituye la atención sanitaria. Sobre ello me gustaría señalar que uno de los principales problemas de los estudios sobre "intervenciones no farmacológicas" es la mala descripción que de las mismas se realiza en los artículos de investigación o la falta de accesibilidad de los materiales complementarios (hojas de instrucciones, contenidos didácticos para pacientes) que acompañan a este tipo de intervención... teneis más info sobre ello en el blog de +Azucena Santillán @ebevidencia (http://ebevidencia.com/archivos/1766)
ResponderEliminarOtra cosa; al compartir documentos de Google sería conveniente que los pusierais en abierto (público) para que se muestren en el marco (frame) sin necesidad de permisos extra.