¡Buenos días!
Como ya os tengo dicho otros días, al llegar los pacientes a las consultas les hacemos una serie de preguntas, entre las cuales siempre preguntamos si fuman, en el caso de que digan que si, aun que sea poco, la enfermera siempre les recomienda y les recuerda a la mayoría, por que son pacientes que llevan viniendo bastante tiempo ya, que lo mejor sería que lo dejaran.
Todos sabemos que fumar es malo para la salud en general y que lo mejor es siempre no hacerlo, pero, en su caso es especial. En el caso de la artritis reumatoide por ejemplo, es una enfermedad que afecta a los pulmones entre otras cosas, así que si le añades el tabaco, las consecuencias serán peores aún. Además el riesgo de que sufran arterioesclerosis se aumenta en gran medida. Esta es un trastorno vascular degenerativo que hace que la luz de las arterias vaya disminuyendo hasta ocluirlas. Esto debería ser suficiente para que a partir de ser diagnosticados estas personas dejaran de fumar.
Además las personas con artritis que fuman multiplican el riesgo de que se comience a desarrollar la enfermedad, por que como ya sabéis es hereditaria y permanece como dormida hasta que comenzamos a notar los síntomas. Las personas ya diagnosticadas que siguen fumando tienen entre 2 y 4 veces más probabilidades de sufrir una forma de artritis más invalidante de las personas que no fuman.
Para dejar claro esta relación. En los países desarrollados se está disminuyendo el consumo de tabaco, y paralelamente se disminuyen los casos de artritis reumatoide, por lo que se ve que una cosa afecta a la otra. Esta disminución es tanto en la incidencia (número de casos nuevos) como en la gravedad en las últimas décadas. En esta disminución también afectan otros factores como el diagnostico y tratamiento precoz, pero no se le puede sacar importancia al tabaco.
Otra enfermedad en la que el consumo de tabaco está muy presente es en la osteoporosis, ya que el tabaco, sobre todo en el esqueleto femenino, tiene unos efectos muy perniciosos. esto es por que contiene sustancias con un potente efecto contrario al de los estrógenos, teniendo así un consecuencias agravantes de la menopausia sobre los huesos. El tabaco también aumenta la eliminación de Calcio por la orina, acorta el periodo de fertilidad (menopausia precoz) y duplica el riesgo de fracturas por osteoporosis.
Y por último pero no menos importante, el tabaco disminuye los efectos de los fármacos biológicos.
Ya lo sabéis, fumar es negativo para todos, pero sobre todo para las personas con enfermedades reumáticas.
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